Manuel recién llegaba a la escuela era un muchacho tímido y mejor sé hacia a un lado de los demás, debía aprender a conocer a todos poco a poco, cuando se es nuevo, debe empezarse, de cero, igual debes ganarte la confianza de todos, y probar a muchas personas de lo que era capaz,
El chico, era tímido, por lo que no se acercaba a los grupos de compañeros; por el trabajo de su padre muchas veces tenía que mudarse, por lo que no tenía su vida llena de amigos, sin embargo era un muchacho agradable y de buenas costumbres.
Hola mi nombre es Jaime, --Jaime era un chico líder en el grupo, en realidad no le agradaba mucho la figura flacucha y desgarbada de Manuel, pero él tenía que conocerlo, para saber quien era.
Mi nombre es Manuel- se presentó asombrado y lleno de ilusión que alguien hubiera dado el primer paso, (ese que él temía tanto, y que cientos de veces mejor no daba.)
Era el hijo del Doctor Sandoval verdad, tu padre es muy buen hombre; seguro tu me caeras bien-sonrío ven siéntate a mi lado, seremos amigos.
Manuel, se sintió descansado, que alguien le abriera las puertas era sin duda un paso importante, le permitiría que más gente le conociera, no tendría la presión de estar sólo y sin duda, alguien capas de buscar un nuevo amigo para apoyarlo, era gente en la que se podía confiar, :D (Claro esto muchas veces no funcionaba; él lo sabía y tenía las cicatrices en su corazón que lo probaban).
Manuel, era joven callado y algo curioso, algunas veces paseaba por los campos de la escuela viendo las flores y los animales que reposaban en los árboles o los caminos, esto llamaba la atención de las personas, por era una figura nueva en el paisaje, como si fuera una curiosidad se acercaban a él y le hacían algunas preguntas, o comentarios, el siempre amable y educado correspondía de la mejor manera, tratando por supuesto de conocer las diferentes características de sus nuevos amigos, para poder valor cuales personas confiar y cuales mejor, dejar que tengan amistad con alguien más parecidos a ellos.
Manuel siempre al final de la clase se unía a Jaime, y caminaban de regreso a su casa, talvez iban a pescar si la tarde era de verano, por que a Manuel le encanta pescar y Jaime es buen amigo, no le gusta pescar pero la compañía es suficiente para hacer el sacrificio horas sentado frente a la caña.
Una tarde en la biblioteca cuando Manuel miraba un libro raro, como de cuentos místicos una chica, se le saludo, Hola es Olga, me recuerdas, vivo en la casa junto al lago donde sueles ir a pescar, Manuel la recordaba, había escuchado comentarios de Olga que no le llaman la atención de ella como persona, sin embargo, esto no impedía que el pudiera tratarla con cortesía, (El sin duda no le agradaba a todas las personas pero esperaba, como ser humano respeto y cortesía de todos, pues era el trato que él siempre daba a los demás), intercambio con ella, algunas ideas sobre bailes, y personas, que no fueron totalmente de su agrado, y ambos se dieron cuenta que no estaban hechos para ser amigos., aquello no sería para más de no ser por que Jaime quien no tenía en muy buena estima a Olga pasaba por allí y se sintió traicionado, sintió que su amigo, no sería buena persona entonces.
Manuel buscó a Jaime como siempre lo había hecho, pero Jaime dio una excusa, y se alejo, Manuel no entendía, muchas veces no entendía, sin embargo, tantas veces había sido la novedad, y luego le habían botado si más que ya no daba importancia a las cosas, creía que no entendía a la gente, que ya ese instinto que siempre le atraía a alguien, esa química que nos lleva a tener amigos, a enamorarnos, esa fuerza que nos lleva a una persona sea cual sea que termine siendo la relación; lo había perdido, de tanto dolor y traición de otras personas.
Jaime pensó que aquello había sido una mala manera de actuar que no debió ser así, Manuel, derrotado, no lo intentó.
A los días el padre de Manuel fue llamado a trabajar en otro pueblo, Manuel y su familia salían otra vez de un pueblo, nadie lo extrañaría no dejaba un amigo que le escribiría, o que le visitaría.
Jaime vio como se alejaba el carruaje y sintió algo dentro de sí, (uff), un pequeño vacío una pequeña espina de algo que no pudo ser.
Es tanto el dolor que nos causan las personas, que nos encerramos, dejando de lado la posibilidad, de conocer gente realmente valiosa... Lo malo es que me lo pierdo Yo y te lo pierdes Tu.
El chico, era tímido, por lo que no se acercaba a los grupos de compañeros; por el trabajo de su padre muchas veces tenía que mudarse, por lo que no tenía su vida llena de amigos, sin embargo era un muchacho agradable y de buenas costumbres.
Hola mi nombre es Jaime, --Jaime era un chico líder en el grupo, en realidad no le agradaba mucho la figura flacucha y desgarbada de Manuel, pero él tenía que conocerlo, para saber quien era.
Mi nombre es Manuel- se presentó asombrado y lleno de ilusión que alguien hubiera dado el primer paso, (ese que él temía tanto, y que cientos de veces mejor no daba.)
Era el hijo del Doctor Sandoval verdad, tu padre es muy buen hombre; seguro tu me caeras bien-sonrío ven siéntate a mi lado, seremos amigos.
Manuel, se sintió descansado, que alguien le abriera las puertas era sin duda un paso importante, le permitiría que más gente le conociera, no tendría la presión de estar sólo y sin duda, alguien capas de buscar un nuevo amigo para apoyarlo, era gente en la que se podía confiar, :D (Claro esto muchas veces no funcionaba; él lo sabía y tenía las cicatrices en su corazón que lo probaban).
Manuel, era joven callado y algo curioso, algunas veces paseaba por los campos de la escuela viendo las flores y los animales que reposaban en los árboles o los caminos, esto llamaba la atención de las personas, por era una figura nueva en el paisaje, como si fuera una curiosidad se acercaban a él y le hacían algunas preguntas, o comentarios, el siempre amable y educado correspondía de la mejor manera, tratando por supuesto de conocer las diferentes características de sus nuevos amigos, para poder valor cuales personas confiar y cuales mejor, dejar que tengan amistad con alguien más parecidos a ellos.
Manuel siempre al final de la clase se unía a Jaime, y caminaban de regreso a su casa, talvez iban a pescar si la tarde era de verano, por que a Manuel le encanta pescar y Jaime es buen amigo, no le gusta pescar pero la compañía es suficiente para hacer el sacrificio horas sentado frente a la caña.
Una tarde en la biblioteca cuando Manuel miraba un libro raro, como de cuentos místicos una chica, se le saludo, Hola es Olga, me recuerdas, vivo en la casa junto al lago donde sueles ir a pescar, Manuel la recordaba, había escuchado comentarios de Olga que no le llaman la atención de ella como persona, sin embargo, esto no impedía que el pudiera tratarla con cortesía, (El sin duda no le agradaba a todas las personas pero esperaba, como ser humano respeto y cortesía de todos, pues era el trato que él siempre daba a los demás), intercambio con ella, algunas ideas sobre bailes, y personas, que no fueron totalmente de su agrado, y ambos se dieron cuenta que no estaban hechos para ser amigos., aquello no sería para más de no ser por que Jaime quien no tenía en muy buena estima a Olga pasaba por allí y se sintió traicionado, sintió que su amigo, no sería buena persona entonces.
Manuel buscó a Jaime como siempre lo había hecho, pero Jaime dio una excusa, y se alejo, Manuel no entendía, muchas veces no entendía, sin embargo, tantas veces había sido la novedad, y luego le habían botado si más que ya no daba importancia a las cosas, creía que no entendía a la gente, que ya ese instinto que siempre le atraía a alguien, esa química que nos lleva a tener amigos, a enamorarnos, esa fuerza que nos lleva a una persona sea cual sea que termine siendo la relación; lo había perdido, de tanto dolor y traición de otras personas.
Jaime pensó que aquello había sido una mala manera de actuar que no debió ser así, Manuel, derrotado, no lo intentó.
A los días el padre de Manuel fue llamado a trabajar en otro pueblo, Manuel y su familia salían otra vez de un pueblo, nadie lo extrañaría no dejaba un amigo que le escribiría, o que le visitaría.
Jaime vio como se alejaba el carruaje y sintió algo dentro de sí, (uff), un pequeño vacío una pequeña espina de algo que no pudo ser.
Es tanto el dolor que nos causan las personas, que nos encerramos, dejando de lado la posibilidad, de conocer gente realmente valiosa... Lo malo es que me lo pierdo Yo y te lo pierdes Tu.
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