Esta historia es el sueño de un caballero; un sueño que una vez me contara.
En el bosque en sus adentros, buscaba una ninfa el lago, lloraba, lloraba desconsolada afligida, miraba los arboles llenos de hojas llovidas, miraba e suelo cubierto de hojas de otoño, buscaba en las rocas llenas de musgo buscaba en la luna que brillaba impetuosa en el cielo buscaba dentro y fuera de ella, pero al no encontrar razón de lo que perdió, siguió su camino al lago, buscaba el lago, sus profundidades deseaba dormir allí las eternidades pues había perdido su corazón y no quería seguir su vida, sin la capacidad de amar, desconsolada se acerco a la orilla del lago y miro su reflejo, vio una mujer hermosa, bella como pocas, con lagrimas en las mejillas, con una mirada triste y perdida que solo reflejaba el dolor que sentía, por haber amado y haber sido traicionada; se miraba vacía su mirada sin amor.
Cuando iba a instalarse en las profundidades cuando iba a bajar a dormir por siempre sucedió, un Joven lobo que escucho sus lamentos y los siguió hasta encontrarla, le dijo—Que haces mi Ninfa—
Bajare al fondo del lago, para no volver nunca más la superficie, dormiré en el fondo y daré mi magia atreves de mi sueño—
Que sucede porque lloras?—pregunto el Lobo
Lloro porque perdí mi corazón, lloro por que ame a alguien con tanta fuerza y me entregue de tal manera, que di todo y no guardé nada para mi, el se fue no me ama mas, pero ahora, nada tengo para seguir, no tengo un corazón para amar, dentro de mi solo hay un gran vacío, y si amor no quiero vivir
El joven Lobo vio las lagrimas en sus ojos, alzo su pata, le seco la lagrima, y e dijo—ven con migo- yo cuidare de ti, confía en mí, --La ninfa por alguna razón confió fue con el lobo a su cueva y allí empezó algo a suceder.
Los días pasaban, las noches los cantos a la luna del lobo, los paseos en el bosque, las charlas al calor de la cueva, la ninfa poco a poco, fue recuperando su fe, su sonrisa, lo que antes era solo dolor y vacio, empezó a poblarse de nuevo de ilusiones, de sueños, poco a poco ella fue, llenándose de cariño por el lobo; poco a poco el fue nuevamente volviéndola a la vida, con una flor, con una fruta con un detalle, se gano su atención.
La ninfa no entendía como aquello le había sido quitado, aquel corazón que ella ya no poseía, como sentía, como nuevamente las sensaciones volvían, seria que…
Lobo-dime—Por que traerme a tu cueva—pregunto la ninfa un día—porque no dejarme allí descansar en el fondo del lago, sola.—Como supiste lo que sucedería
EL lobo sonrió, y le dijo; porque llorabas, porque en tu rostro había lagrimas, por que las lagrimas son semillas y rastros de un corazón, por que cuando un corazón sabe amar; cuando aprendió de la entrega y de cariño, no importa lo que sufriera el siempre buscará la forma de volver amar y volverá a renacer fuerte y más lleno de amor…
El que ama nunca pierde, puede que sufra y que un tiempo llore, pero la herida sanará y tendrá siempre la alegría de haber dado lo mejor de sí, En cambio el que hiere nunca ganará y ese sí que no tendrá consuelo de nada; sino un gran vacío siempre…
En el bosque en sus adentros, buscaba una ninfa el lago, lloraba, lloraba desconsolada afligida, miraba los arboles llenos de hojas llovidas, miraba e suelo cubierto de hojas de otoño, buscaba en las rocas llenas de musgo buscaba en la luna que brillaba impetuosa en el cielo buscaba dentro y fuera de ella, pero al no encontrar razón de lo que perdió, siguió su camino al lago, buscaba el lago, sus profundidades deseaba dormir allí las eternidades pues había perdido su corazón y no quería seguir su vida, sin la capacidad de amar, desconsolada se acerco a la orilla del lago y miro su reflejo, vio una mujer hermosa, bella como pocas, con lagrimas en las mejillas, con una mirada triste y perdida que solo reflejaba el dolor que sentía, por haber amado y haber sido traicionada; se miraba vacía su mirada sin amor.
Cuando iba a instalarse en las profundidades cuando iba a bajar a dormir por siempre sucedió, un Joven lobo que escucho sus lamentos y los siguió hasta encontrarla, le dijo—Que haces mi Ninfa—
Bajare al fondo del lago, para no volver nunca más la superficie, dormiré en el fondo y daré mi magia atreves de mi sueño—
Que sucede porque lloras?—pregunto el Lobo
Lloro porque perdí mi corazón, lloro por que ame a alguien con tanta fuerza y me entregue de tal manera, que di todo y no guardé nada para mi, el se fue no me ama mas, pero ahora, nada tengo para seguir, no tengo un corazón para amar, dentro de mi solo hay un gran vacío, y si amor no quiero vivir
El joven Lobo vio las lagrimas en sus ojos, alzo su pata, le seco la lagrima, y e dijo—ven con migo- yo cuidare de ti, confía en mí, --La ninfa por alguna razón confió fue con el lobo a su cueva y allí empezó algo a suceder.
Los días pasaban, las noches los cantos a la luna del lobo, los paseos en el bosque, las charlas al calor de la cueva, la ninfa poco a poco, fue recuperando su fe, su sonrisa, lo que antes era solo dolor y vacio, empezó a poblarse de nuevo de ilusiones, de sueños, poco a poco ella fue, llenándose de cariño por el lobo; poco a poco el fue nuevamente volviéndola a la vida, con una flor, con una fruta con un detalle, se gano su atención.
La ninfa no entendía como aquello le había sido quitado, aquel corazón que ella ya no poseía, como sentía, como nuevamente las sensaciones volvían, seria que…
Lobo-dime—Por que traerme a tu cueva—pregunto la ninfa un día—porque no dejarme allí descansar en el fondo del lago, sola.—Como supiste lo que sucedería
EL lobo sonrió, y le dijo; porque llorabas, porque en tu rostro había lagrimas, por que las lagrimas son semillas y rastros de un corazón, por que cuando un corazón sabe amar; cuando aprendió de la entrega y de cariño, no importa lo que sufriera el siempre buscará la forma de volver amar y volverá a renacer fuerte y más lleno de amor…
El que ama nunca pierde, puede que sufra y que un tiempo llore, pero la herida sanará y tendrá siempre la alegría de haber dado lo mejor de sí, En cambio el que hiere nunca ganará y ese sí que no tendrá consuelo de nada; sino un gran vacío siempre…
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