Había escuchado en mi pueblo; sobre las personas que contaban historias en la plaza; me encantan las historias; por lo que decidí acudir y escuchar alguna, no había nadie por lo que me siento cómodamente bajo un árbol, luego me vi rodeada de niños por lo que pregunté, ¿quieren que les cuente una historia?—Los niños se sentaron a mi alrededor y empecé a narrar
Saben en los jardines del cielo, donde los dioses antiguos existen, de culturas desaparecidas, las flores eran preciosas, de bellísimos colores, de fragancias de miel, de canela, con luces y destellos casi mágicos, las flores, al roce del viento tenían música, bellas canciones hacían sus hojas al bailar con las diferentes brisas, sus pétalos en ocasiones dependiendo de la luz, notaban diferentes texturas, o colores, e incluso llegaba a dar la sensación de irradiar luz; con tantas flores bellas, entenderán que la modestia no era lo que reinaba en el jardín, o la humildad, todas ellas altaneras presumidas, orgullosas,
En un lugar del jardín crecía una flor muy bella, extraña y no de las más bellas, sin embarro, muy llamativa, era diferente única, sobresalía a pesar de no ser la más bella, poseía una capacidad diferente, de reflejar la belleza, de quienes se acercaban, era como un espejo, como un espejo de sentimientos, de pensamientos, cuando se acercaba una persona noble, ella se vestía de belleza, no por que copiara, no, no, si no por que aprendía esta nobleza al tenerla cerca, si se acercaba a ella algún músico, se vestía ella de música y alegría, por que lo aprendía, así era como, su belleza su cualidad era aprender, aprender de los demás y siempre ser mejor, dar lo mejor, Para agradar, un día por aquel jardín viajaba la muerte espíritu viejo, y sólo, que por cortar ilusiones de todos los seres, se encontraba vacío y despreocupado...(No lo juzgaremos; cada uno tiene una misión y la de él es hacer sufrir
); Cuando paseaba por el jardín y vio la flor tan bella se enamoro de ella, de lo que veía, de lo que era, no pudo resistir y decidió, cortarla y llevarla consigo hasta su morada, allí la plantó y algunos días la tuvo con él, dejándola ser, la flor mientras estuvo con el espíritu de la muerte trato de verse bella, de ser mejor y de darle amor, de llenarle de hacerle crecer; era extraño, la muerte no entendía, que lo que le gustaba de la flor era lo que Él era, ya que ella era sólo reflejo de lo que aprendía ha ser por estar con él, se volvía fuerte, independiente, pensativa; esto era lo que a él le gustaba, al final lo que le gustaba era que ella fuera como él!..
A la muerte le encantaba su flor; podía presumir de tener algo bello algo bueno, se sentía conquistador de ella, pero era sólo eso, un trofeo que mostrar..
Un día, mientras la muerte jugaba a las conquistas, miró a la flor, con desdén y le dijo:” por que no te vas; estoy cansado de tenerte “, la flor no dijo nada—se quedó callada y aprendió, aprendió de él en ese momento, el no sentir, el no querer, el despreciar, el no tener interés más que en uno mismo, y no preocuparse si hieres a alguien, y pasó algo muy curioso, la flor murió, murió por que para ella la vida no tenía sentido, si no aprendía, si no crecía, si no conocía o compartía, llena de dolor no quería vivir y murió..
La muerte no lo notó él seguía de fiesta, y la flor dejó de existir para todos, ya no estaría en el jardín...
Los niños perplejos escuchaban la historia, -- sonrío y digo—Vamos no se asusten, esas cosas pasan, Cada unos es dueño de elegir la vida que lleva, o si elige vivirla dañando a los demás, Espero que ustedes no decidan vivir así---
Saben en los jardines del cielo, donde los dioses antiguos existen, de culturas desaparecidas, las flores eran preciosas, de bellísimos colores, de fragancias de miel, de canela, con luces y destellos casi mágicos, las flores, al roce del viento tenían música, bellas canciones hacían sus hojas al bailar con las diferentes brisas, sus pétalos en ocasiones dependiendo de la luz, notaban diferentes texturas, o colores, e incluso llegaba a dar la sensación de irradiar luz; con tantas flores bellas, entenderán que la modestia no era lo que reinaba en el jardín, o la humildad, todas ellas altaneras presumidas, orgullosas,
En un lugar del jardín crecía una flor muy bella, extraña y no de las más bellas, sin embarro, muy llamativa, era diferente única, sobresalía a pesar de no ser la más bella, poseía una capacidad diferente, de reflejar la belleza, de quienes se acercaban, era como un espejo, como un espejo de sentimientos, de pensamientos, cuando se acercaba una persona noble, ella se vestía de belleza, no por que copiara, no, no, si no por que aprendía esta nobleza al tenerla cerca, si se acercaba a ella algún músico, se vestía ella de música y alegría, por que lo aprendía, así era como, su belleza su cualidad era aprender, aprender de los demás y siempre ser mejor, dar lo mejor, Para agradar, un día por aquel jardín viajaba la muerte espíritu viejo, y sólo, que por cortar ilusiones de todos los seres, se encontraba vacío y despreocupado...(No lo juzgaremos; cada uno tiene una misión y la de él es hacer sufrir
); Cuando paseaba por el jardín y vio la flor tan bella se enamoro de ella, de lo que veía, de lo que era, no pudo resistir y decidió, cortarla y llevarla consigo hasta su morada, allí la plantó y algunos días la tuvo con él, dejándola ser, la flor mientras estuvo con el espíritu de la muerte trato de verse bella, de ser mejor y de darle amor, de llenarle de hacerle crecer; era extraño, la muerte no entendía, que lo que le gustaba de la flor era lo que Él era, ya que ella era sólo reflejo de lo que aprendía ha ser por estar con él, se volvía fuerte, independiente, pensativa; esto era lo que a él le gustaba, al final lo que le gustaba era que ella fuera como él!.. A la muerte le encantaba su flor; podía presumir de tener algo bello algo bueno, se sentía conquistador de ella, pero era sólo eso, un trofeo que mostrar..
Un día, mientras la muerte jugaba a las conquistas, miró a la flor, con desdén y le dijo:” por que no te vas; estoy cansado de tenerte “, la flor no dijo nada—se quedó callada y aprendió, aprendió de él en ese momento, el no sentir, el no querer, el despreciar, el no tener interés más que en uno mismo, y no preocuparse si hieres a alguien, y pasó algo muy curioso, la flor murió, murió por que para ella la vida no tenía sentido, si no aprendía, si no crecía, si no conocía o compartía, llena de dolor no quería vivir y murió..
La muerte no lo notó él seguía de fiesta, y la flor dejó de existir para todos, ya no estaría en el jardín...
Los niños perplejos escuchaban la historia, -- sonrío y digo—Vamos no se asusten, esas cosas pasan, Cada unos es dueño de elegir la vida que lleva, o si elige vivirla dañando a los demás, Espero que ustedes no decidan vivir así---
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