Sara, apenas podía creer lo que había sucedido, como había sido, sacada de su casa, encarcelada, sin motivos, ahora, era condenada a la hoguera, sin más, el juicio había sido una farsa con torturas la habían hecho confesar, crímenes que nunca cometió.
Su único delito había sido, nacer en una familia de gente instruida, hija de un hombre de ciencia, quien la enseñó, a curar, a pensar, trataba de ayudar a la gente con, medicina por medio de plantas.
Su error había sido cuidar de aquel hombre herido y sanarlo, es acaso que debió dejarlo morir?- se preguntaba a veces.
La gente temía a lo que no entendía y ahora la llamaban bruja, por su desgracia siempre llevaba su rostro cubierto con un velo, para taparlo, ahora ellos decían que era para ocultar la marca que la hacía hija del maligno, que gente, estúpida, ignorante, su velo cubría el dolor, encerrada en aquella celda, no hacía más que esperar su hora
Se sentó en el suelo las horas esperando en la celda poco a poco pasaban imagenes en su cabeza...
Recordaba, como empezó todo, aquel día que mientras caminaba por el bosque encontró un hombre herido, con una flecha sangrando aún en su corazón, se escuchaban a lo lejos los ladridos de los perros aún persiguiendo a su presa; en ese momento ella no podía detenerse a pensar si era hombre bueno o malo, si era justa o injusta la causa por la que le perseguían, su conciencia sólo le decía no puedes dejarlo morir, el respeto por la vida de todos era una base en su vida.
Era un hombre robusto, muy pesado, se dio cuenta al empezar a jalarlo y llevarlo a arrastras hasta su casa, --Corre Moisés pidió a su hermano, mientras cortaba el cuello de una gallina, borra el rastro y sigue con este animal, no te detengas para confundir a los animales, luego vete lejos de aquí, a la casa de nuestra hermana y no se preocupen por mí-Al parecer algo dentro de ella le decía en el problema que se estaba metiendo y ponía a salvo a su hermano.
Pasó semanas al lado de aquel hombre tratando de salvarle la vida, las fiebres muchas veces eran insoportables, no sólo para él si no también para ella, su cuerpo se ponía hirviendo al tacto, los gritos y delirios, tantas noches no la dejaron dormir.
Cuando pocas semanas después aquel hombre despertó y la miró la vez primera, no podía creer que su vida no lo abandonara.
Preparó un caldo y lo dio de beber, poco a poco, fue reponiéndose y recobrando fuerzas.
Saara leía en voz alta en las tardes, para que el caballero no se aburriera de su larga espera, a que sus piernas nuevamente le respondieran, fue su apoyo para que empezara a caminar de nuevo, recordó también su cuerpo, en el río, siendo lavado por el agua dulcemente mientras ella lo sostenía después de casi una luna de estar encerrado y sin salir, puesto que aún no tenía la firmeza para estar sólo.
Cuando pudo partir, le dio comida y le dio su caballo; por eso no entendía aquella imagen de Camilo señalándola, el día que venían los Jueces por ella, ¿sería acaso que sus ojos la engañaron?, Por qué Camilo tendría la necesidad de hacerla encerrar de acusarla, ella misma lo salvó sin preocuparse nunca de por que era perseguido, es más mientras estuvo con ella, nunca le pregunto nada sobre esto.
Fue llevaba a rastras atada a un caballo hasta el pueblo, dejada casi desnuda y tuvo que implorar porque no le fuera quitado el velo del rostro a lo que una mujer grito—Dejadla no le quites su mascara, o se le verá la marca del maligno—
Sus ojos lloraron al escuchar esas palabras, igual que lloró al ser cuestionado sobre su conocimiento, su uso de hiervas y trato con animales. Fue golpeada y torturada varias veces, ahora mientras esperaba en su celda, poco a poco las fuerzas la abandonaban y creía que tal vez el fin era lo mejor.
Su ayuda aquel hombre, sin ningún interés ahora le cobraba un precio alto, la gente era mala, nunca estuvo cerca de las personas mas que para ofrecer su ayuda y de esta manera le pagan..
El Señor Camilo, acusado por su conciencia y guiado por su corazón llegaba a la celda de la mujer que el encerró con un tímido hola se acerca a la señorita, y espera a que se digne a contestar
Saara escuchaba asombrada aquella vos que le dolía, y vuelve su mirada cansada- ¿Dijiste hola? es acaso que me saludas como un amigo después que tu traición aun me llena de dolor
Camilo solo agacha su cabeza
Levanta la mirada, háblame de frente, así como de frente yo cuide de ti, ¡te lo exijo!
El joven la mira, y veía en sus ojos la ira que ella sentía... dentro de ella ese amor incondicional que le mostro cuando estaba mal herido
Discúlpame oh Saara, he cometido errores y he inculpado a otros señores, mas contigo me arrepiento porque tú eres la dueña de mis sentimientos
Tomando un respiro, y sintiendo como su cuello se estrechaba por cada lágrima que de los ojos de Saara brotaba, dijo: Escúchame... sé que nuestra historia no es una llena de flores, solo te pido que me perdones
Saara se arrodilla en el suelo y mirando a Camilo le dice
Vete sólo quiero que te vayas y que me dejes a este cruel destino que tú has sellado para mí
Aquel destino que he sellado, aquel mismo hoy con mis manos vengo a abrir.
No quiero ser dueña de tan horribles sentimientos no quiero saber nada de ti… tu eres el mal del que siempre me protegí… pero que al ver convaleciente mis brazos le abrí... Solo para que me traicionara de tal forma tan cruel y vil… Solo te pido VETE DE AQUÍ
Tranquila, esa celda que te han puesto de castigo no te hará más sufrir, porque vengo a sacarte de aquí sacando una dos pinzas Camilo habré la puerta y le ofrece su mano mientras le dice: rápido antes de que se den cuenta
Saara se sujeta el velo que le cubre la cara y le dice
Marchante!!
Vete lejos no saldré contigo y vete antes de que empieces a dar gritos y digas que estas poseído por demonios
Por dios... Allāh y todos sus vecinos vente conmigo yo te juro que nunca diré que estoy poseído, vámonos antes de que muramos los dos... vámonos lejos y déjame demostrarte mi amor
No señor, no me iré, aquí me quedare para padecer todo el daño que me ha hechos hecho, si de veras quieres demostrarme tu amor haz otra cosa… vete y no juegues mas conmigo.
Saara lo mira con lagrimas en los ojos y con la vos fuerte le dice, vete Aléjate de mí me has causado bastante dolor, y yo no hice más que darte mi cariño y cuidado sincero... Nunca confiaré en ti Nunca debí confiar en nadie.
Al escuchar esas palabras, Camilo sale de la celda, y va en busca de un amigo en una lúgubre taberna, a quien desilusionado confiesa todas sus penas.
Al oír esta historia su amigo le promete de la celda sacarla, para que en otro ambiente ella conozca su alma.
Amigo
El amigo de Camilo apenas podía escuchar aquella historia, como Camilo siendo tan preparado y teniendo una posición tan alta en la sociedad, de cuna noble, se pudo dejar envolver por su avaricia, por sus ansias de poder,
Camilo le relató como aquel día en que Saara le rescató, acababa de matar a un Conde, por robar su fortuna; había planeado que el Conde Juan Montillo y su familia fueron invitados a una; gran fiesta y estarían lejos de sus tierras de esta manera, e entraría en la casa y robaría un collar precioso que era obsequio de la esposa del Conde y que Camilo sabía tenía un enorme valor.
Pero el no contó con que el Conde enfermaría y el día que él entró a su casa, este aun estaba, pues no pudo emprender viaje con los demás, fue sorprendido en plena faena, y el Conde a pesar de que estaba Camilo encapuchado, le reconoció e hizo que sus hombres corrieran tras él ; Camilo asustado al verse sorprendido, tomo su cuchillo y lo enterró en el corazón del Conde con miedo de ser delatado, pero el Conde en su agonía les dijo a sus hombres quien era y les ordenó, le dieran cacería por el bosque, como un animal como un ladrón, cuando lo encontraron y una de sus flechas lo hirió, pensaron en hallar un cuerpo pero este nunca apareció; perdieron el rastro durante días creyeron que había muerto desangrado o quizá, devorado por algún animal.
Pero su suerte fue otra, aquella preciosa mujer lo puso frente a su seguridad, y lo cuidó; las semanas que estuvo sin despertar le alimento y una vez que pudo abrir sus ojos pero no mente, pues el miedo y su conciencia no lo dejan pensar que hacía en el cielo cuando su crimen fue tal que debía haber muerto, la dedicación de aquella mujer, su trato dulce, amable, abrió en él canales que no conocía, lo llenó de sentimientos increíbles y esto él no podía permitirlo, era señal de una debilidad que él no poseía.
Así cuando pudo viajar fue directo a los tribunales sin miedo; pues su mente tenía un plan para no ser perseguido, para limpiar su nombre, en la puerta del tribunal fue aprendido. Y llevado ante un juez.
Camilo
En el rostro de Camilo se dibujo la maldad, sus ojos se encendieron cual candiles de fuego y lo miró fijamente;- vengo a entregarle algo más valioso que la cabeza de un sinvergüenza, o es acaso que no está asustado de verme venir de la muerte, he vuelto del mismísimo infierno; y usted o ninguno de sus hombres podría hacerme algo; pero estoy dispuesto a darte algo que es de más valor para ti..----Se acerco aquel hombre grueso y sucio; no sólo en su apariencia si no en sus costumbres, lujurioso y despiadado, capaz de dar a su madre en prenda si de ello sacaba provecho; y le dijo;- te daré a Saara, la bruja del bosque, aquella que lleva su rostro tapado por que tiene en él la marca del demonio, es ella quien me ha traído del infierno, es ella quien me mando matar al y ahora mismo estoy libre porqué me ha dicho que te mate—Se abalanzó sobre él para asustarlo, lo cual por supuesto en aquel hombre ignorante era como sentencia de muerte—Pero, yo no he caído aún en sus poderes por lo que vengo a entregarla a vuestra merced, eso sí, contando con que perdonen todos los pecado que cometí en su nombre.
Su único delito había sido, nacer en una familia de gente instruida, hija de un hombre de ciencia, quien la enseñó, a curar, a pensar, trataba de ayudar a la gente con, medicina por medio de plantas.
Su error había sido cuidar de aquel hombre herido y sanarlo, es acaso que debió dejarlo morir?- se preguntaba a veces.
La gente temía a lo que no entendía y ahora la llamaban bruja, por su desgracia siempre llevaba su rostro cubierto con un velo, para taparlo, ahora ellos decían que era para ocultar la marca que la hacía hija del maligno, que gente, estúpida, ignorante, su velo cubría el dolor, encerrada en aquella celda, no hacía más que esperar su hora
Se sentó en el suelo las horas esperando en la celda poco a poco pasaban imagenes en su cabeza...
Recordaba, como empezó todo, aquel día que mientras caminaba por el bosque encontró un hombre herido, con una flecha sangrando aún en su corazón, se escuchaban a lo lejos los ladridos de los perros aún persiguiendo a su presa; en ese momento ella no podía detenerse a pensar si era hombre bueno o malo, si era justa o injusta la causa por la que le perseguían, su conciencia sólo le decía no puedes dejarlo morir, el respeto por la vida de todos era una base en su vida.
Era un hombre robusto, muy pesado, se dio cuenta al empezar a jalarlo y llevarlo a arrastras hasta su casa, --Corre Moisés pidió a su hermano, mientras cortaba el cuello de una gallina, borra el rastro y sigue con este animal, no te detengas para confundir a los animales, luego vete lejos de aquí, a la casa de nuestra hermana y no se preocupen por mí-Al parecer algo dentro de ella le decía en el problema que se estaba metiendo y ponía a salvo a su hermano.
Pasó semanas al lado de aquel hombre tratando de salvarle la vida, las fiebres muchas veces eran insoportables, no sólo para él si no también para ella, su cuerpo se ponía hirviendo al tacto, los gritos y delirios, tantas noches no la dejaron dormir.
Cuando pocas semanas después aquel hombre despertó y la miró la vez primera, no podía creer que su vida no lo abandonara.
Preparó un caldo y lo dio de beber, poco a poco, fue reponiéndose y recobrando fuerzas.
Saara leía en voz alta en las tardes, para que el caballero no se aburriera de su larga espera, a que sus piernas nuevamente le respondieran, fue su apoyo para que empezara a caminar de nuevo, recordó también su cuerpo, en el río, siendo lavado por el agua dulcemente mientras ella lo sostenía después de casi una luna de estar encerrado y sin salir, puesto que aún no tenía la firmeza para estar sólo.
Cuando pudo partir, le dio comida y le dio su caballo; por eso no entendía aquella imagen de Camilo señalándola, el día que venían los Jueces por ella, ¿sería acaso que sus ojos la engañaron?, Por qué Camilo tendría la necesidad de hacerla encerrar de acusarla, ella misma lo salvó sin preocuparse nunca de por que era perseguido, es más mientras estuvo con ella, nunca le pregunto nada sobre esto.
Fue llevaba a rastras atada a un caballo hasta el pueblo, dejada casi desnuda y tuvo que implorar porque no le fuera quitado el velo del rostro a lo que una mujer grito—Dejadla no le quites su mascara, o se le verá la marca del maligno—
Sus ojos lloraron al escuchar esas palabras, igual que lloró al ser cuestionado sobre su conocimiento, su uso de hiervas y trato con animales. Fue golpeada y torturada varias veces, ahora mientras esperaba en su celda, poco a poco las fuerzas la abandonaban y creía que tal vez el fin era lo mejor.
Su ayuda aquel hombre, sin ningún interés ahora le cobraba un precio alto, la gente era mala, nunca estuvo cerca de las personas mas que para ofrecer su ayuda y de esta manera le pagan..
El Señor Camilo, acusado por su conciencia y guiado por su corazón llegaba a la celda de la mujer que el encerró con un tímido hola se acerca a la señorita, y espera a que se digne a contestar
Saara escuchaba asombrada aquella vos que le dolía, y vuelve su mirada cansada- ¿Dijiste hola? es acaso que me saludas como un amigo después que tu traición aun me llena de dolor
Camilo solo agacha su cabeza
Levanta la mirada, háblame de frente, así como de frente yo cuide de ti, ¡te lo exijo!
El joven la mira, y veía en sus ojos la ira que ella sentía... dentro de ella ese amor incondicional que le mostro cuando estaba mal herido
Discúlpame oh Saara, he cometido errores y he inculpado a otros señores, mas contigo me arrepiento porque tú eres la dueña de mis sentimientos
Tomando un respiro, y sintiendo como su cuello se estrechaba por cada lágrima que de los ojos de Saara brotaba, dijo: Escúchame... sé que nuestra historia no es una llena de flores, solo te pido que me perdones
Saara se arrodilla en el suelo y mirando a Camilo le dice
Vete sólo quiero que te vayas y que me dejes a este cruel destino que tú has sellado para mí
Aquel destino que he sellado, aquel mismo hoy con mis manos vengo a abrir.
No quiero ser dueña de tan horribles sentimientos no quiero saber nada de ti… tu eres el mal del que siempre me protegí… pero que al ver convaleciente mis brazos le abrí... Solo para que me traicionara de tal forma tan cruel y vil… Solo te pido VETE DE AQUÍ
Tranquila, esa celda que te han puesto de castigo no te hará más sufrir, porque vengo a sacarte de aquí sacando una dos pinzas Camilo habré la puerta y le ofrece su mano mientras le dice: rápido antes de que se den cuenta
Saara se sujeta el velo que le cubre la cara y le dice
Marchante!!
Vete lejos no saldré contigo y vete antes de que empieces a dar gritos y digas que estas poseído por demonios
Por dios... Allāh y todos sus vecinos vente conmigo yo te juro que nunca diré que estoy poseído, vámonos antes de que muramos los dos... vámonos lejos y déjame demostrarte mi amor
No señor, no me iré, aquí me quedare para padecer todo el daño que me ha hechos hecho, si de veras quieres demostrarme tu amor haz otra cosa… vete y no juegues mas conmigo.
Saara lo mira con lagrimas en los ojos y con la vos fuerte le dice, vete Aléjate de mí me has causado bastante dolor, y yo no hice más que darte mi cariño y cuidado sincero... Nunca confiaré en ti Nunca debí confiar en nadie.
Al escuchar esas palabras, Camilo sale de la celda, y va en busca de un amigo en una lúgubre taberna, a quien desilusionado confiesa todas sus penas.
Al oír esta historia su amigo le promete de la celda sacarla, para que en otro ambiente ella conozca su alma.
Amigo
El amigo de Camilo apenas podía escuchar aquella historia, como Camilo siendo tan preparado y teniendo una posición tan alta en la sociedad, de cuna noble, se pudo dejar envolver por su avaricia, por sus ansias de poder,
Camilo le relató como aquel día en que Saara le rescató, acababa de matar a un Conde, por robar su fortuna; había planeado que el Conde Juan Montillo y su familia fueron invitados a una; gran fiesta y estarían lejos de sus tierras de esta manera, e entraría en la casa y robaría un collar precioso que era obsequio de la esposa del Conde y que Camilo sabía tenía un enorme valor.
Pero el no contó con que el Conde enfermaría y el día que él entró a su casa, este aun estaba, pues no pudo emprender viaje con los demás, fue sorprendido en plena faena, y el Conde a pesar de que estaba Camilo encapuchado, le reconoció e hizo que sus hombres corrieran tras él ; Camilo asustado al verse sorprendido, tomo su cuchillo y lo enterró en el corazón del Conde con miedo de ser delatado, pero el Conde en su agonía les dijo a sus hombres quien era y les ordenó, le dieran cacería por el bosque, como un animal como un ladrón, cuando lo encontraron y una de sus flechas lo hirió, pensaron en hallar un cuerpo pero este nunca apareció; perdieron el rastro durante días creyeron que había muerto desangrado o quizá, devorado por algún animal.
Pero su suerte fue otra, aquella preciosa mujer lo puso frente a su seguridad, y lo cuidó; las semanas que estuvo sin despertar le alimento y una vez que pudo abrir sus ojos pero no mente, pues el miedo y su conciencia no lo dejan pensar que hacía en el cielo cuando su crimen fue tal que debía haber muerto, la dedicación de aquella mujer, su trato dulce, amable, abrió en él canales que no conocía, lo llenó de sentimientos increíbles y esto él no podía permitirlo, era señal de una debilidad que él no poseía.
Así cuando pudo viajar fue directo a los tribunales sin miedo; pues su mente tenía un plan para no ser perseguido, para limpiar su nombre, en la puerta del tribunal fue aprendido. Y llevado ante un juez.
Camilo
En el rostro de Camilo se dibujo la maldad, sus ojos se encendieron cual candiles de fuego y lo miró fijamente;- vengo a entregarle algo más valioso que la cabeza de un sinvergüenza, o es acaso que no está asustado de verme venir de la muerte, he vuelto del mismísimo infierno; y usted o ninguno de sus hombres podría hacerme algo; pero estoy dispuesto a darte algo que es de más valor para ti..----Se acerco aquel hombre grueso y sucio; no sólo en su apariencia si no en sus costumbres, lujurioso y despiadado, capaz de dar a su madre en prenda si de ello sacaba provecho; y le dijo;- te daré a Saara, la bruja del bosque, aquella que lleva su rostro tapado por que tiene en él la marca del demonio, es ella quien me ha traído del infierno, es ella quien me mando matar al y ahora mismo estoy libre porqué me ha dicho que te mate—Se abalanzó sobre él para asustarlo, lo cual por supuesto en aquel hombre ignorante era como sentencia de muerte—Pero, yo no he caído aún en sus poderes por lo que vengo a entregarla a vuestra merced, eso sí, contando con que perdonen todos los pecado que cometí en su nombre.
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Esta Historia es de Nuit_Y su hijo Jepe91
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